Uno de cada tres adolescentes tiene un teléfono celular

BUENOS AIRES.- La provincia de Tierra del Fuego cuenta con la mayor venta de celulares respecto a agosto de 2005 a igual mes del corriente año, siendo el incremento total de un 141,2%.
Cabe resaltar que la fabricación de estos aparatos telefónicos aumentó en la provincia fueguina contando, a agosto del corriente año, con la producción de 462 mil quinientos celulares.
En este sentido, según una encuesta realizada por una consultora privada en la Argentina, el 40,4 por ciento de la población tiene un aparato celular en uso y entre los adolescentes esa cifra llega al 36,9 por ciento.
El mismo sondeo de la consultora LatinPanel detectó que el cuarenta por ciento de los adolescentes latinoamericanos tiene teléfono móvil y que cuatro de cada cinco ingresan a la red a través de equipos nuevos.
Sin embargo, en la Argentina, los jóvenes se destacan por usar equipos «heredados»; es decir, cedidos por sus parientes cercanos o conocidos.
Los adolescentes de Colombia, Brasil y Chile son los más conectados, mientras que en Argentina el promedio baja a uno de cada tres con línea celular.
En Latinoamérica, el 42,7 por ciento de los adolescentes de entre 14 y 18 años son usuarios de teléfonos móviles, aunque con una gran disparidad según los países.
Así, por ejemplo, el 62,9 por ciento de los jóvenes colombianos posee un teléfono móvil mientras que en Centroamérica apenas 1 de cada 5 está conectado.
En Brasil, el 45,3 por ciento de la población tiene un teléfono móvil pero entre los adolescentes este registro se eleva al 53,8 por ciento, producto de la gran oferta de opciones dirigidas a los jóvenes en este país durante los primeros meses de 2006. En el extremo opuesto los adolescentes de Perú y Centroamérica son menos poseedores de teléfonos móviles que la media de la población.
En la región, el 78 por ciento de los aparatos que usa este grupo de consumidores fue adquirido especialmente para ellos; mientras que el 22 restante corresponde a equipos usados, comprados de segunda mano en un comercio o bien recibidos por los adolescentes de una tercera persona.
Entre este último grupo que usa equipos «heredados» de algún familiar o conocido, se destacan los chilenos y los argentinos del resto de la región: los padres y hermanos cambian sus equipos y los entregan a los adolescentes.
El 22 por ciento de los teléfonos celulares de los jóvenes en Chile y el 16 de los que usan los argentinos provienen de este origen, mientras que este fenómeno se da en apenas el 6 por ciento de los equipos en uso en Latinoamérica en su conjunto.